sábado, 7 de junio de 2008

EL SOL

No todas las tardes puede salir el sol no siempre el día se engrandece con el astro mas influyente del universo, donde la totalidad y la nada no son contradictorios sino mas bien un cúmulo de coincidencias que no logro descifrar jamás .
Ayer fue abril y ayer por eso para mi por eso siempre fue verano. Pero el sol no solo sabe de atardeceres y ese fenómeno imperceptible que chorrea de luz y vida a la tierra. Luz que con tan solo 8 segundos puede darnos la posibilidad de vivir; en solo 8 espacios y efímeros segundos recorren millones de kilómetros cual latidos vitales de cualquier octogenario.
Pero el sol en su inagotable característica de fuente de vida también suele matizar su propio encanto... Procura a veces ser el eternizador de amaneceres dándole solo 6 meses de luz a solo algunos privilegiados que a su vez dada su condicionante contradictoria, también serán victimas de la prolongación de otros 6 meses de nocturnidad.
Así es el sol con sus atardeceres así también para algunos todas las tardes son del sol.
Pero el día y su gobernante omnipotente, el sol, también sabe de ocasos, sabe de sombras y nocturnidad. Oscurece los corazones, hace que los suspiros sean mas lejanos que las voces dejen de escucharse, que la existencia mas significativa este en la inconciencia de algún sueño que cifre sus propias esperanzas, sus miedos, tormentos y placeres.
Así es el sol.
Y para mi me da todo l o que pudiese haber descrito. Me da su miedo, su ausencia, me complace con su calor, me ahoga con su inclemencia, se ciñe a mis caprichos, me apasiona su alegría y el poder influyente en las emociones de los seres humanos, me da luz de alta duración, días interminables de frescura y vida, pero quizás también me de oscuridad de miedo... No lo se.
El sol también me come en ocho instantes perdurables ante mi desnudez extrema. El sol arremete ante mi visión la hiere, la castiga, mis ojos de agua se llenan y cierro los ojos para poder ver. Y a veces no todos los soles pueden ser el rey de las mujeres soles.
Y asi capituló y llego al crepúsculo de este recuento meramente antojadizo y su propia discreción en su narrativa y contenido, sabrá descubrir que esta plagado de luz, sombra, alba, atardeceres.....

Gonzalo valencia samame
07.06.08

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