Querido (por los negociantes que hacen plata con tu imagen), buscado (por los niños y soñadores), imitado (por algunos malos actores y gente que se disfraza de ti y se sube a tu trineo solo para hacerse famoso), esperado (por todos los niños que esperan despiertos hasta las doce para verte dejar sus regalos), maldecido (por todos los niños que no recibieron lo que quisieron por navidad), emulado (por toda la gente de buen corazón que se dedica a hacer obras para colgar una sonrisa en la cara de la gente que lo necesita), desmitificado (por todos los que se enteran que no existes y que se quedan sin motivo para portarse bien), marketeado (por el área de ventas de una conocida marca de gaseosas), negado (por todos los que se saben tu historia pero nunca reciben nada por navidad), utilizado (por todos los padres que no encuentran mejor manera de chantajear a sus hijos para portarse bien), resfriado (lo digo por tu nariz algo roja… Porque es tuya no??? O eres un claun???) Papá Noel:
Primero, gracias por enviarme el corazón que te pedí el año pasado… Por cierto, las cosas que descubrí y aprendí luego de empezar a usar el corazón que me enviaste fueron más bonitas que el resto de cosas que te había pedido juntas, así que no te reclamaré que me hayas enviado solamente el corazón…
Espero haberme portado bien este año de manera que me traigas todo lo que te pido en mi lista de deseos… Siendo sincero, este año tuvo dos partes bien diferenciadas (gracias al regalo del año pasado); para ser más claro, en este punto de mi vida, cuando miro hacia atrás, veo a una persona distinta a mí en los pasos que dejé…
Hasta tengo una mirada distinta (es que se me aumentó la medida de mis anteojos)… jajaja… mentira… Me refiero a que la anterior era como una mirada perdida, solamente mirando lo primero que se movía y asumiendo que eso era lo único con vida propia…
Hasta creo que me la pasaba pensando que lo único que existía en este planeta era lo que tenía frente a mis ojos y lo que lograba ver… Ahora sé que lo más bello de esta existencia no se puede ver, sino solamente se puede sentir y es el amor… Amor que ya encontré, que ya me tocó pero que aun no logra tocar a esa persona… Así como lo lees, el amor que siento aún no ha logrado trascender de mí, no ha tocado a esa persona especial; pero yo me he vuelto paciente… jajaja… Pensaste que nunca lo lograría…
Ya lo sé, me declaro enamorado… Y seguramente estas sonriendo y pensando que ese será mi primer deseo, pero no… No quiero que me des el amor de esa persona así por así… Quiero que me enseñes a amar, que ella también aprenda a amar, y si aun te queda poder, que me aprenda a amar por sobre todas la cosas por las que no me ama… Luego todo el trabajo será nuestro… No quiero que me quiera porque me necesite sino que me necesite porque me quiera; y si no llegara a pasar así, quiero que ella encuentre alguien que la necesite porque la quiera y no la quiera porque la necesite…
No vas a creer, pero en todo este tiempo he aprendido muchas cosas y una de ellas es que el amor es como el conocimiento, si te quedas con el nunca crecerá… Te explico un poco… El conocimiento que cada uno de nosotros posee no desaparece de nosotros cuando trasmitimos ese conocimiento; mejor dicho, el conocimiento no deja de estar en nosotros para residir en la persona que lo recibe, sino es capaz de retroalimentarse en sí mismo… De igual manera, el amor cuando es trasmitido hacia otra persona no desaparece, sino que crece y es capaz de regresar con mayor intensidad...
También aprendí que muchas veces nosotros nos equivocamos por debilidad y no por maldad, y a la par del error que cometemos, lo más importante es la actitud que tomamos luego de haber cometido un error… Esa actitud involucra la responsabilidad para asumir las consecuencias, ser capaces de pedir disculpas y luchar cada día para no volver a cometer el mismo error o algún otro cuando sepamos que estamos a punto de hacerlo… Porque también creo que cuando uno puede evitar cometer un error, pero no lo hace, entonces se esta mal de las ideas…
He reafirmado muchas cosas, he aprendido muchas otras y estoy seguro que aún me faltan muchas por aprender, pero todo a su debido tiempo… De eso te escribiré en otro momento porque seguramente tienes muchas cartas por leer…
Entonces, si mis reflexiones y arrepentimientos no fueran suficientes para ti y aun piensas que me porté mal y no piensas, ni en broma, darme el regalo que te pedí para mí y para esa persona especial por la que siento mucho, entonces ésta será mi lista de deseos:
1. Dame un corazón de piedra para que no sienta lo que ya he llegado a sentir y evitar el vacío… aunque seguramente pesara mucho.
2. Dame un corazón de hierro para que nunca se rompa… Y dile a tus duendes que si lo hacen de aluminio aún seguirá siendo frío pero quizás tenga menos peso.
3. Dame un libro con todas las frases que la gente debe escuchar para su propio bien… Pero porfa, que sean las más lindas para no herir a nadie.
4. Dame una sonrisa de plástico para que nunca se gaste y, obviamente, no me duelan los cachetes de estar así todo el tiempo.
5. Dale salud (de la que nunca se resquebraja) a esa persona especial para que se mantenga brillosa todo el tiempo.
6. Dale, a esa persona especial, la manera más linda para aprender a amar de verdad, aunque en mí no resida ese amor.
7. Dale, a esa persona especial, un par de ojos de cristal para que nunca derramen lágrima alguna.
8. Dale, a todos mis amigos, un corazón para que puedan percibir las cosas más lindas que quizás ya tienen al lado, y que no sea necesario que las pierdan para que sepan lo que tenían…
No te pedí un corazón de hierro ni de piedra para esa persona especial porque ella ya tiene un corazón de león… Y me siento contento de haber llegado a conocerlo, aunque no haya sido capaz de tocarlo…
Debido a que los regalos que te pedí los quiero para hacer el bien y si les doy un mal uso podrían servir para mal, entonces agrégale a la lista de regalos todos los manuales de uso y las contraindicaciones de cada uno de ellos para no volverme un idiota y darles mal uso…
También te pido que no le pongas papel de regalo a ninguno de mis regalos para saber a primera vista lo que tengo en mis manos… Entonces así podré arrepentirme de haber pedido el corazón de piedra o de metal o del algún otro que sirva para hacer daño; y poder decir antes de probarlos: Este lo devolveré!!!
Y quizás el próximo año solamente te escriba para contarte que aprendí y descubrí muchas cosas lindas, bravas y modestas; para contarte que encontré muchas de ellas en mis manos y en mi corazón, otras las recogí del suelo cuando caí estrepitosamente, otras las hallé volando entre las nubes cada vez que veía una sonrisa en su mirada y en su rostro; otras las hallé en sus ojos marrones; otras, en las palabras de mis padres y amigos; otras, en las lágrimas de la derrota; otras, en las sonrisas de regocijo; otras, en el atardecer anaranjado; y otras, en el amanecer pausado…
Y al igual que ahora, quizás mi siguiente carta terminará con un:
Papá Noel, hablaos!!!
-Sr. Ventura-
miércoles, 26 de diciembre de 2007
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